El Mundial que no fue: Colombia 86

Buenas. Me imagino que estas 2 semanas sin entradas en el blog habràn sido traumàticas para todos. Pues bien señoras y señores, se acabò la ansiedad y las noches sin dormir. Habemus Entradus (?).

El otro dìa veìa en los noticieros que la FIFA va a elegir el 2 de diciembre de este año la sede de los mundiales de 2018 y 2022. Despuès de sorprenderme de no ver a Mèxico dentro de los nominados (se ofrecen hasta para organizar el mundial de bolita de uñita) se me vino a la mente la contracubierta de mi albùm Panini de España 82, en donde se anunciaba con bombos y platillos que el mundial siguiente serìa en Colombia. Sì. En Colombia. Me imagino que ya todos habràn oìdo algo de esta historia (y el que no, ya sabe (?)) pero como siempre en El Bordillo  buscamos ir màs allà y desenmarañar estos misterios ancestrales. Después de largas horas de estudio e investigación, tenemos el orgullo de presentarles la historia completa de como perdimos la sede del mundial. Traigan Kleenex que la vaina es para llorar.

Aclarando que es en el 2086 (?)

Todo comenzò en galaxia muy muy lejana 1970 cuando el visionario barranquillero Alfonso Senior se despertò un dìa con la idea de que Colombia organizara el mundial de 1986, el cual en la rotaciòn le tocaba a Amèrica. Despuès de consultar con el presidente Lleras Restrepo, llevò la propuesta a la asamblea de la FIFA en mayo de 1974 y logrò convencer a las momias ahì reunidas de que nuestro paìs podìa organizar el evento. Despuès de todo, los chilenos ya lo habìan hecho en 1962 y eso, despuès de un gran terremoto que devastò al angosto (?) paìs.

El Bueno de Alfonsito consiguiendo la sede

Pero una cosa fue conseguir la sede, otra poner de acuerdo a todos los sectores involucrados en el pastel. El recièn ungido presidente Misael Pastrana (1970-1974) decretò la conformaciòn del consabido comitè que se encargarìa de iniciar la organizaciòn del evento, pero en esos primeros cuatro años poco o nada se hizo. "Igual todavìa faltan 12 años" me imagino que pensarìa nuestra dirigencia.

En el gobierno de Alfonso Lòpez (1974-1978) se presentaron varios proyectos para la remodelaciòn de los estadios y la mejora de la infraestructura vial y hotelera. Al estadio El Campìn se le pondrìa un techo de Plexiglàs transparente evocando al Olìmpico de Munich, Barranquilla y Armenia estrenarìan escenario y en el resto de ciudades se ampliarìan los estadios. Se oye bonito. Pero casi todo se quedò en puro papel. En 1977 el presidente de la FIFA Joao Havelange visitò el paìs para entrevistarse con el presidente Lòpez y èste le reiterò el apoyo irrestricto del gobierno para la realizaciòn del evento. Pero Joao, alias "El zorro viejo que se las pilla todas" (?), ya empezaba a dudar.

Asì iba a quedar El Campìn. Y la torre esa en la punta tendrìa un restaurante giratorio. Sì,  G-I-R-A-T-O-R-I-O.

Llegò Turbay Ayala al poder en 1978,  y al ser consultado sobre la situaciòn del mundial contestò lacònicamente "No soy alèrgico al fùtbol". Pero sì lo era. En este perìodo de gobierno comenzarìa a fraguarse, ya en serio, la cadena de errores, negligencia, burocracia e idiotez (?) que nos harìan perder la sede. En un mensaje enviado al congreso, Turbay Ayala argumentaba que el presupuesto nacional no incuirìa partidas para el certamen y que deberìan señalarse las formas de financiaciòn para llevar la idea a cabo. O seàse, plata no hay. A estas horas lo del mundial era ya una papa hirviendo y nadie se atrevìa a agarrarla.

Si este adefesio iba a ser la mascota, mejor que no hubièramos hecho nada.

A los pocos dìas del mensaje presidencial, el parlamentario Jaime Castro presentò una anteproyecto de ley donde se conformaba una entidad comercial del estado llamada Colombia-86 y que se encargarìa de conseguir fondos de la empresa privada para financiar el mundial. Como no habìa que meterse la mano al bolsillo, el gobierno le dio luz verde a la idea. Entre otras cosas, ya la Fifa comenzaba a olerse el sancocho y presionaba para que el paìs se comprometiera antes de enero de 1981 a hacer el dichoso mundial. Ante este pedido, nuestros dirigentes utilizaron la infaltable estrategia de siempre: se hicieron los locos (?).

A su izquierda el balòn oficial de Mèxico 86. A su derecha, el prototipo que Adidas tenía preparado para Colombia 86 (?)

Finalmente el 21 de abril de 1982 la Asociacion nacional de individuos fascinerosos Instituciones financieras (ANIF), la Fedefútbol y el grupo Grancolombiano presentaron al gobierno el poyecto de mundial casi totalmente autofinanciado y organizado con dineros privados. El Certamen estaría caracterizado por la austeridad (Léase: llevadera) y sólo contaría con 6 sedes: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Malambo Armenia y Bucaramanga. La corporación organizadora tendría el original, sugestivo e impactante nombre de, atención, Colombia 86 (?).

Todo iba bien.

La fiesta comenzó a aguarse cuando la FIFA intervino y menifestó que esa vagabundería (?) no la podía aceptar: aspectos como la seguridad, la infraestructura vial, las comunicaciones no podían quedar bajo la responsabilidad de particulares. Belisario Betancur, que ya era presidente, insistió como los gobiernos anteriores que no había presupuesto y que el país tenía requerimientos más importantes como la construcción de colegios y hospitales.

Todos éstos hicieron casting para mascota del mundial, afortunadamente consiguieron Chamba rápido. Aunque a Guri Guri no le duró mucho (?). Y a la abejita Conavi que Dios la tenga en su santa gloria (?).

El Mundial de España 82 se inauguró y como todavía estábamos con la mamadera de gallo, la Fifa comenzó a explorar otras alternativas. La más opcionada era la de Estados Unidos y fue tal la aceptación de este proyecto, que en la ceremonia de clausura de ese mundial se invitó al mundo al próximo, pero sin detallar la sede. Grave.

En este momento de la historia entra a quien después, en nuestra atávica costumbre de culpar a otros de los fracasos, volveríamos el villano de la película: el maldito alemán Hermann Neuberger. Hermanncito (?) tenía un alto cargo en la multinacional deportiva Adidas y se oponía a que en un país "donde la mayoría de gente anda descalza" (así dijo el degenerado) organizara el mundial. Para acabar de rematar, hizo lobby para que la Fifa entregara una serie de exigencias casi imposibles de cumplir. En Castellano: no nos querían quitar la sede, querían que renunciáramos a ella.

Hermann Neuberger con y sin máscara (?)

Bueno, agárrense los pantalones (y las faldas a quien corresponda) y párenle bolas a la lista de exigencias, porque es peor que la de Madonna:

• Tener 12 estadios con capacidad para mínimo 40.000 espectadores para la fase inicial. (?)

•  Cuatro de 60.000 para la segunda fase.(¿?)

•  Dos de ochenta mil personas para la inauguración y la final del torneo.(¡¿?!)

• Sostenimiento de precios de impuestos y tarifas hoteleras para los dirigentes extranjeros desde enero de 1986..

• Un centro de prensa en Bogotá.

•  Un decreto gubernamental para la libre circulación de dinero en todo el territorio colombiano.

• Flota de Limosinas para el transporte de la cúpula de la multinacional futbolística.

•  Red Ferroviaria que uniera a todas las sedes.
• 14 Prostitutas y 2 prostitutos (?) de lujo gratis para las momias de la Fifa

El 25 de octubre de 1982, Belisario Betancur, aprovechando la coyuntura que le otorgaba la obtención por parte de García Márquez del premio nobel de literatura,  en una corta alocución manifestó que el país tenía otras prioridades y que Colombia declinaría a ser la sede del evento. "Con el nobel de García Márquez, tenemos la vitrina que perdemos con el fútbol". Con este corto mensaje, se le echaron las dos últimas paladas de tierra a la pretensión de organizar de un mundial de fútbol. Las carreteras y hospitales que iban a construir, todavía los estamos esperando.

Estas construciones se hicieron gracias a que declinamos a ser la sede del mundial (?)

Ya para terminar, finalmente el mundial lo hizo México (yo les dije que se postulan para todo) y realizaron un campeonato bastante digno y que pasó a la posteridad por todo lo que allí se vivió.

Pero eso, es otra historia...

Fuentes: arcotriunfal.com, eltiempo.com, elespectador.com, fifa.com